Los tres Dantian y los tres tesoros en el Hun Yuan Taijiquan

Pedro Valencia

El Hun Yuan Qigong, o Qigong del Principio de la Materia, aúna los principios de la medicina y la energética chinas y las enseñanzas de alquimia taoísta legadas por Hu Yaozhen a su discípulo Feng Zhiqiang, creador de este sistema. Pedro Valencia, representante en España del estilo Hun Yuan, expone las bases del trabajo alquímico de este sistema interno.
El Chen Shi Xin Yi Hun Yuan Taijiquan, o Hun Yuan Taijiquan, es un sistema contemporáneo creado hace unos treinta años por Feng Zhiqiang, el único discípulo vivo del legendario Chen Fake y último receptor de su transmisión directa. A sus 81 años, goza de una salud envidiable tras haber dedicado casi siete décadas al Taijiquan y a las prácticas internas recibidas de Chen Fake y de Hu Yaozhen, su otro maestro.

pedro1Hu Yaozhen se inició en las prácticas tradicionales de medicina china, artes marciales y alquimia taoísta a los 16 años y fue embebiéndose del saber de estas tres ramas de la mano de sus diecisiete maestros. Algunas de sus prácticas internas provenían de la escuela taoísta de la Puerta de Dragón, una de las más renombradas de China.

Actualmente el Hun Yuan Taijiquan, un compendio de las enseñanzas más relevantes del estilo Chen y de las prácticas alquímicas taoístas, es uno de los estilos más reputados de este arte. Cuenta con diferentes formas de manos libres y con armas, prácticas de Qigong y de Tui Shou y trabaja todos los aspectos de esta antigua disciplina: el terapéutico, el marcial y el alquímico.

Siendo un sistema interno, la base de todas las prácticas del Hun Yuan es el cultivo del Qi, por lo que el Qigong es uno de sus pilares fundamentales. Entre sus métodos se encuentran el Hun Yuan Qigong, el Chan Si Gong, el Tai Li Gong, el Fan Song Gong y el Qigong con bastones cortos. Unos sirven para estirar meridianos y desbloquear articulaciones, otros para activar el movimiento del Qi. Quizás el trabajo más interesante y sin embargo el menos conocido del sistema Hun Yuan sea el Fan Song Gong, un conjunto de 18 ejercicios que sirve para alcanzar la relajación consciente o Song. Pero de los detalles del Fan Song Gong nos ocuparemos en otra ocasión. En este artículo vamos a centrarnos en el Hun Yuan Qigong, es decir, en la práctica de la alquimia interna de los Tres Tesoros.
El concepto del Dantian

pedro2En la mayoría de los sistemas de Qigong el Dantian es el punto de referencia fundamental. Por lo general se suele situar en el interior del vientre, a cuatros dedos por debajo del ombligo, en el punto llamado Qi Hai, u Océano del Qi, también conocido como el Palacio Sexual. No obstante, el concepto de Dantian es mucho más amplio en la escuela Hun Yuan.
El término Dantian significa literalmente “campo de cultivo de la Perla”. En este caso “perla” se refiere a la concentración del Qi que restaura y nutre nuestro sistema energético, y es la mítica píldora de la inmortalidad.

Dado que el chino es una lengua conceptual y cada una de sus palabras representa un significado concreto, debemos suponer que los antiguos sabios taoístas le dieron este nombre para expresar su comprensión de este concepto, y no como una concesión poética. Así, profundizando en el significado del término, no es difícil ver su paralelismo con una auténtica tierra de cultivo: cuanto más extenso sea el campo, mayor será la cosecha; cuanto más nos esmeremos en su cuidado, mejores frutos dará… siempre que las condiciones climatológicas (la energía del entorno) sean las apropiadas.

Los Tres Dantian y su cultivo

Según la práctica del Hun Yuan Taijiquan, existen tres Dantian principales: el superior, el medio y el inferior. Aunque los doce ejercicios que componen el Hun Yuan Qigong cultivan el Qi de los tres como puntos energéticos independientes pero también interrelacionados entre sí, el proceso final de la fusión alquímica se llevará a cabo en el Dantian medio.

Los tres Dantian son los centros más importantes de nuestro sistema energético. El Dantian superior se localiza en el entrecejo. Es el centro donde se realiza el cultivo del Espíritu. También se lo denomina «la morada del Shen». El Dantian medio está situado en el vientre, y en él se cultiva el Qi. Por último, para el cultivo del Jing, la Esencia, nos centramos en el Dantian inferior, elHuiyin o perineo. Jing, Qi y Shen son los Tres Tesoros, y los Dantian inferior, medio y superior son sus respectivos campos de cultivo.pedro3

El cultivo ha de ser dirigido por un maestro experimentado que haya vivido en su cuerpo las diferentes etapas del proceso. En los antiguos tratados alquímicos se puede leer una afirmación metafórica: «el fuego se desvía por el camino endiablado». Significa que la energía se ha corrompido por una práctica errónea y el desequilibrio energético está alterando el Shen. La energía del Shen es la más sensible, ya que es una fuente conectada directamente a la mente. Durante la práctica, cualquier tipo de visualización o intención activa de inmediato su movimiento, lo que convierte a esta energía en un elemento muy influenciable por nuestra creatividad. Por ello las prácticas alquímicas mal dirigidas pueden dar origen a dolores de cabeza, mareos, pérdida de percepción de la realidad y otra serie de consecuencias no deseadas.

Los efectos de la práctica, tanto positivos como negativos, no sólo se manifiestan a nivel fisiológico, sino también en el plano emocional, por lo que es importante buscar el enfoque correcto. Por ejemplo, una motivación egoísta acentuará el egocentrismo del practicante, mientras que una práctica dirigida hacia la armonía universal expandirá la energía compasiva del corazón.

El cultivo de los Dantian precisa mucha asiduidad. Es como el cuidado constante del labriego. Hay que sembrar, atender el campo y esperar a que el fruto brote por sí solo. Si ansiamos ver resultados, será como intentar acelerar el crecimiento de los brotes tirando de ellos. El practicante debe tener fe en su práctica, sin albergar expectativas conceptuales ni intentar forzar el proceso buscando experiencias excepcionales para fomentar su egocentrismo. Simplemente se debe practicar y dejar que la energía se abra camino y se manifieste por sí sola. Como dice Lao Tse, «hacer sin hacer».

Por desgracia, igual que en la vida real, un campo que ha sido cuidadosamente cultivado también puede perder su cosecha por carencias o por excesos de otros tipos. Hay que adaptarse a cada entorno, y por ello no se puede emplear un mismo criterio de trabajo en todos los casos. Éste debe ajustarse al estado energético del practicante. Ahora veremos cómo puede variar el cultivo de cada tesoro para poder obtener un resultado beneficioso.

La fusión de las tres energías

El cultivo del Jing se hace en dos formas. Cuando hay mucho fuego, energéticamente hablando, en el hígado o el corazón y las emociones están alteradas, debemos trabajar con menos énfasis el Jing para no aumentar aun más este fuego y dañar todo el sistema energético. La práctica será sutil y se llevará al cabo en el Dantian Inferior. Pero cuando una persona tiene poca energía yang, el cultivo se hará directamente con la respiración de los ovarios o de los testículos. El Huiyin es el depósito del Qi cultivado con estas respiraciones.

pedro4La práctica con la energía del Espíritu, el Shen, en el Dantian superior también varía según el estado de cada practicante. Si una persona tiende a sufrir alteraciones síquicas, estados obsesivos o sopor mental, se debe practicar con menos intensidad en este Dantian. De ese modo evitamos que se produzca una subida descontrolada de la energía y su estancamiento en la cabeza. Es importante detectar este tipo de exceso energético, ya que muchas veces no se manifiesta como un malestar sino como una agradable sensación de borrachera mental, que se confunde fácilmente con la relajación. Pero este estado va acompañado de aturdimiento y de la sensación de estar flotando. Cuando esto ocurre, se ha perdido la conexión con la Tierra, los sentidos están bloqueados y la energía apresada en la cabeza. El practicante suele “despertarse” con una sensación de pesadez en la cabeza, e incluso puede sentirse irritado por la vuelta a la realidad.

Si la práctica está bien llevada y la energía está equilibrada, el practicante consigue sentirse muy relajado con una consciencia muy clara. Es un estado de calma en el cual se amplifican todas las percepciones sensoriales. Podemos notar todo lo que está ocurriendo a nuestro alrededor sin distraernos, y las interferencias externas no nos alteran ni nos sobresaltan. Simplemente estamos sumergidos en la práctica y en la consciencia del Universo.

En el Dantian medio el proceso es aún más complejo. Este Dantian es el depósito del Qi de todo nuestro sistema energético. Hay muchas prácticas dedicadas a cultivar este centro para llenarlo de energía. En el Hun Yuan Qigong, su función se extiende aun más. Además de recoger el Qi de la naturaleza, el Dantian medio es el lugar donde se reúne y se fusiona la energía cultivada en los otros dos Dantian. Es el reactor en el cual se realiza el último proceso alquímico de los Tres Tesoros. La Trinidad regresa a la Unidad: el Shen, el Qi y el Jing.

La fusión de las tres energías en el Dantian medio dará comienzo a la formación de la Perla. Durante todo el proceso del cultivo, la intención sutil juega un papel de enorme importancia. Mediante una intención consciente y correcta, el Shen, el Qi y el Jing se van consolidando y condensando en un núcleo dentro del cuerpo. Con la ayuda de un buen maestro, el practicante aprenderá a localizar este núcleo, y la práctica constante irá alimentándolo y haciéndolo crecer. Al igual que ocurre en un embarazo, con el tiempo se llegará a sentir cómo cobra vida este embrión. Es el movimiento espontáneo de Qi que se siente en el interior y se aprecia en el exterior.

El renacuajo

Cuando la Perla está formada y madura, se convierte en lo que mi maestro llama «el renacuajo». pedro5Es la energía que se desprende de la Perla y puede circular de forma autónoma sin ser guiada necesariamente por la mente. Llegado este nivel, la mente se convierte en una mera espectadora y deja de intervenir. Este renacuajo es el causante de la verdadera apertura del  Pequeño Cielo o la Órbita Microcósmica, e incluso puede hacer su propia ruta abriendo canales según el estado del sistema energético del practicante. El impulso de esta energía a través de la columna es muy obvio, incluso violento, ya que a veces se manifiesta como una sacudida o un latigazo repentino que puede llegar a hacernos caer aun estando en una postura completamente estática y equilibrada.

En esta etapa también puede producirse «el desplazamiento de los Tres Tesoros». Eso significa que la Esencia o Jing ha llegado a un estado de calma y se ha unificado con el Dantian medio. Este desplazamiento se traduce en un sentimiento de gozo que invade la zona del pecho y del corazón. Es la expansión de Qi y de la conciencia. El deseo está sosegado y deja que la fusión del Jing y la energía vital se eleve al corazón expandiendo la energía del Amor Universal y elShen. La conciencia individual vuelve a fundirse con la conciencia universal, el Tao. Este desplazamiento de los Dantian está documentado y reflejado en los antiguos tratados de alquimia taoísta.

Etapas de formación de la Perla

Durante el proceso de la formación de la Perla, el Dantian medio pasará por cuatro etapas. La primera es la sensación de calor; la segunda, de gozo; la tercera, del vacío; y por último el fenómeno de la luz.

En la primera etapa, el Qi empieza a acumularse en el Dantian medio. El Qi acumulado se va calentando con el fuego del corazón que ha ido almacenándose en este centro. Es por eso que en este nivel se puede percibir una ligera sensación de calor en el vientre.

La sensación de gozo experimentada en la segunda etapa se debe a la expansión del Qi hacia el centro del corazón, despertando aun más la energía del Amor Universal. El gozo también es producido por este “renacuajo”. El desbloqueo de todos los canales facilita el flujo de Qi, mejorando el funcionamiento del sistema circulatorio y endocrino. Se produce, por lo tanto, una sensación de vigor y bienestar gracias a este estímulo de las diferentes glándulas.pedro6

Al llegar la etapa del “Vacío” no nos referimos a que el Dantian se vacíe literalmente, ya que eso supondría la pérdida de la cosecha. El vacío que se siente es una gran expansión, como si el Dantian se convirtiera en un espacio ilimitado. En esta etapa el Qi puede expandirse más allá de los límites físicos de nuestro cuerpo. Con la intención mental de expandir, el Qi interno sale por los poros y se mezcla con la energía de la naturaleza. Al inspirar, recuperamos por los poros este Qi renovado y lo almacenamos otra vez en el Dantian medio.

Esta exteriorización de Qi es la verdadera responsable de la sensación de vacío. Durante este intercambio, el Qi interno es purificado y nutrido por la energía de la naturaleza. De ahí la importancia de elegir bien el lugar de la práctica si queremos recoger una energía beneficiosa para nuestro cuerpo. El auténtico sentido de “nadar en el aire” surge a partir de esta etapa de práctica. El Qi exteriorizado funciona también como una membrana de aire que nos soporta. La forma entera del Taijiquan, realizada con la relajación consciente (el Song) del cuerpo y la mente, se desliza sobre esta membrana de Qi como un ave que planea en el aire.

La exteriorización de Qi ha sido a menudo objeto de mistificaciones. En realidad, no hay nada místico ni milagroso en este proceso. Es simplemente una transformación energética natural que permite el intercambio de nuestro Qi interno con la energía universal. En cuanto a su uso marcial, esta expansión de Qi está rodeada de todo tipo de leyendas. En todas estas historias suele haber una parte cierta y otra exagerada. Es verdad que cuando el Qi llega a exteriorizarse, su potencia puede sentirse físicamente. Las demostraciones de Feng Zhiqiang son testimonios vivos de esta potencia de explosión exteriorizada, el Fajin. Pero de ahí a que se pueda romper un objeto a distancia, o causar daños internos a un oponente sin tocarlo, habríamos de poner un interrogante sobre tales leyendas.

La eficacia marcial del Taijiquan radica, sobre todo, en la combinación correcta de la relajación consciente o Song con la densidad del Qi y la intención clara de las técnicas. El practicante que quiera conseguir un buen nivel en el aspecto marcial del Taijiquan deberá tener una comprensión clara de cada movimiento de la forma como técnica, un buen cultivo de Qi, y un correcto enfoque filosófico sobre el sentido marcial del arte.

La Luz es la naturaleza de la conciencia universal. Es la comprensión total de nuestro ser. El cielo, el hombre y la tierra están en armonía. La conciencia parcial de nuestra mente vuelve a unirse con la conciencia holística. Durante una práctica muy profunda, puede llegar a surgir un breve instante de despertar en el cual nos percibimos como luz. ¿Dónde está el ego en este momento? ¿Quién está practicando? Todos los conceptos intelectuales dejan de existir.

El practicante puede experimentar por momentos estos estados efímeros y volver a la normalidad sin poder permanecer en ellos voluntariamente. Hay que seguir practicando sin aferrarse a la sensación. El ansia por volver a este estado o por vanagloriarse de ello acrecentará las emociones negativas. La falta de ecuanimidad emocional corromperá la energía cultivada y frenará el progreso. Por lo tanto, para avanzar por el camino del Tao, hemos de ser constantes y ecuánimes.

Constancia y ecuanimidad

Sin duda, hay muchos más factores que influirán nuestro progreso. Sin embargo, se podría destacar que la pedro7constancia y la ecuanimidad son como dos guías que nos mantendrán siempre en el buen camino.

Ser ecuánime es mantener una actitud emocional adecuada durante la práctica. Las tensiones afectan negativamente el entrenamiento, por lo tanto, el practicante debe realizar los ejercicios en un estado de calma física y emocional. Feng Zhiqiang dice que «si uno está nervioso o alterado, más vale que se dé un paseo y practique cuando esté más tranquilo». También apunta que «las emociones óptimas para el cultivo son el sosiego y el buen humor». Con anterioridad hablábamos de que la cosecha se podía perder. En la práctica del Qigong, las causas que provocan esta pérdida pueden ser precisamente los enfados, los disgustos, las preocupaciones, los celos, la envidia, el orgullo y la ira, etc. Todas estas emociones negativas perturban el cultivo y causan un enorme desgaste energético. ¿Pero quién está totalmente libre de estas emociones? Al respecto dicen los tratados antiguos: «muchos son los que practican, pero pocos son los que consiguen el cultivo supremo».

Ser constante es una condición importantísima para avanzar. No sólo se debe practicar durante las clases, sino también en la vida cotidiana y a diario. Se tarda mucho en obtener un pequeño logro, y sin embargo se puede perder en muy poco tiempo. El sistema energético exige un cultivo constante para crecer, pero si se interrumpe, se marchitará y habrá que volver a sembrar de nuevo.

La práctica es como el latir del corazón, un hacer constante, vital para nuestra existencia. Pero no por ello presumimos de los latidos de nuestro corazón ni nos obsesionamos por sentir su ritmo. Practicar sin perseguir, hacer sin hacer.
Pedro Valencia, 3ª generación del estilo Hun Yuan y 20ª del estilo Chen, es discípulo directo de Chen Xiang. También preside la Asociación Hun Yuan España, delegación oficial en España del Beijing Hunyuan Taiji Martial Arts and Culture Centre y miembro nº 1 de la Confederación Internacional de Hun Yuan Taiji.